Páginas

domingo, 7 de agosto de 2011

Día 6: terminando el voluntariado

 Los últimos dos días en Malakati se pasan volando. Muchos de mis compañeros pronto regresarán a Estados Unidos, y otros, como yo, cambiarán de programa, aunque en mi caso, tengo la suerte de poder pasar más tiempo en el pueblo, ya que en los dos siguientes programas que haga pasaré unos días aquí.
   El sexto día, que cae en martes, es uno de los más duros a nivel de voluntariado. Nuestro monitor ha conseguido convencer a los hombres del pueblo para que nos dejen hacer algo más “masculino”. Al ser una sociedad en desarrollo, todavía hay algo de machismo, y suelen pensar que la mujer no puede hacer el mismo trabajo que el hombre. 
    Hoy, ese es el caso. Ya no hace falta pintar, y se necesita poner una capa de cemento en una de las casas. Los chicos voluntarios están construyendo un edificio, y por ello solo hay mujeres disponibles, algo que no les hace demasiada gracia a los hombres.

     Es nuestra oportunidad para demostrar a Malakati que las mujeres valemos lo mismo que los hombres. Ese es otro de los objetivos de Rustic Pathways para el pueblo: educar a la gente para que así sea más fácil el desarrollo.
   Tengo que aceptar que fácil no fue, pero tampoco nos lo quisieron poner sencillo. Al llegar nos entregan un saco grande para que lo llenemos de tierra de playa, que tendremos que mezclar con el cemento para que cunda más. Tardamos bastante y pesa muchísimo, pero podemos con él y lo llevamos donde teníamos que llevarlo. La primera prueba está superada.
  Después, llenamos cubos con agua y los echamos en un gran cazo para mezclar la arena con el cemento. Insisten en que tienen que ser ellos los que lo mezcles, pero al final desisten y nos dejan a nosotras mezclarlo. Es difícil y muy cansado, y como no se me da muy bien poner el cemento soy yo la que lo mezcla todo el rato. Termino con las manos destrozadas y llenas de ampollas. ¿Lo bueno? Que los hombres nos han dado el visto bueno y parecen satisfechos, y eso hace que todo el esfuerzo haya valido la pena.

   Después de comer nos tomamos un pequeño descanso, y aunque nos dejan ya rato libre, nuestro grupo regresa a la casa para terminar con la labor. Una vez acabado, pasamos el rato con los niños del pueblo, que ya han regresado del colegio, hasta las seis. Es entonces cuando cenamos y empieza lo bueno – es la noche del meke, baile tradicional de Fiji, y del seashell market, es decir, el mercado de conchas.
   El meke es un tipo de baile que se baila ahí acompañado por la música tradicional de Fiji (en un futuro pondré vídeos, pero ahora que estoy fuera de casa me cuesta más editar las entradas). Hoy en día es algo que se ha convertido en una cosa puramente turística; allá donde vayas, te bailarán un meke. Si quieres ver uno bueno, lo único que puedes hacer es lo que nosotros hacíamos, que es verlo en un lugar de verdad, en un pueblo donde las tradiciones continúen y no se haya convertido en algo turístico.
    Medio pueblo nos baila el meke en el comedor, y al final terminamos todos de pie bailando con ellos. Después del baile, nos dirigimos al centro del pueblo, donde hay una gran explanada de césped, justo delante de la iglesia, entre ésta y la futura casa del jefe, que está en construcción. Ahí, las mujeres están organizando el mercado.

  Como bien se demostraba antes con el caso del cemento, las mujeres no tienen muchas posibilidades aquí, y por ello, el seashell market que se hace para los grupos de Rustic Pathways en verano es una de las únicas formas que tienen de ganar algo de dinero propio. Venden collares que ellas hacen, conchas que encuentran, alfombras hechas de hojas de palmera, cuadritos y sulus (pareos) que ellas cosen y decoran.
   Compro un par de cosillas y después voy a organizar la maleta. Mañana saldremos a mediodía rumbo al barco para volver a Viti Levu, la isla principal, y pasado ya será el cambio de programa. ¡Es hora de ponerse las pilas!

2 comentarios:

  1. Es una pena que aún exista machismo en la sociedad, las mujeres siempre lo tenemos más difícil que los hombres, pero luchando por nuestros derechos conseguiremos una sociedad más igualitaria ^^ Estás haciendo una crónica excelente =)

    ResponderEliminar
  2. A las mujeres aún nos queda mucho camino por conseguir la igualdad en el mundo desarrollado. No me extraña que sea difícil en sociedades que aún se aferran a antiguas tradiciones y costumbres. Poquito a poco. 'Roma no se construyó en un día' :)

    ResponderEliminar