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jueves, 28 de julio de 2011

Día 2: Primer día de voluntariado.

Día 2 - 24/06/11
  Tras pasar una noche horrible (el tener jet lag y dormir en un lugar totalmente diferente a nivel de instalaciones no ayuda demasiado), nos despertamos a las 6:30 para, a las 7, acudir al desayuno. Es nuestro primer día de voluntariado y tenemos que estar listos. Me pongo ropa cómoda y apropiada para trabajar y me dirijo con las otras chicas de mi bure al comedor. Las puertas está aún cerradas, lo que significa que el desayuno aún no está listo, aunque el olor que sale de la cocina nos hace entender que falta poco.
  Cuando las puertas se abren, sale Mosi, el cocinero, y nos invita a pasar con un simpatiquísimo "¡Yadra, lamai!" (yadra significa "buenos días", y se pronuncia yandra, aunque en Malakati, y, posiblemente, por su dialecto, ellos lo pronuncian "andra". Lamai significa "ven" o "venid"). Nos quitamos los zapatos y entramos para descurir cómo es un desayuno fijiano: el suelo está lleno de pancakes fijianas, roti (una especie de pan muy fino hecho con harina y agua y al que se le puede añadir leche de coco para que esté más sabroso), y muchos tipos de panes recién hechos. 
   
  Después de un gran desayuno, los monitores nos asignan nuestros grupos y trabajos. A mí me toca pintar una casa con otras chicas para una pareja de ancianos que no puede hacerlo. Eso será lo que hagamos durante el día, y tendremos que acabar el exterior. 
   Pintar no es fácil, y menos con los recursos que tienen. Afortunadamente, Rustic Pathways se encarga de traer pinceles y pintura, que es el tipo de cosas que la comunidad no se puede permitir. El trabajo es divertido pero cansado, y para cuando es la hora de comer, ya llevamos dos paredes pintadas. 

  Tras la comida, a las doce, tenemos un rato libre que todos usamos para ir a la playa y disfrutar un poco de la belleza de Malakati, y a las tres volvemos a la acción. En apenas tres horas, terminamos nuestro trabajo y volvemos al comedor para la cena, donde nos anuncian algo muy importante: hoy se celebrará la ceremonia del Kava (también llamado Yaqona).

  Se llama kava a una bebida tradicional de Fiji y otras islas del oeste del Pacífico. Allá a donde vayas en Fiji, beberás kava, ya estés haciendo turismo en un resort, o, como en nuestro caso, perdida en un pueblo a seis horas de la civilización. 
  El kava se hace mezclando el polvo que se saca picando la raíz de la pimienta (sevu sevu) con abundante agua - por ejemplo, si tenemos 100 gramos de este polvo, se tendría que mezclar con 3,75 litros de agua. Nunca me supieron explicar el significado de la ceremonia, pero por lo que he leído y lo que pude entender, en Fiji especialemente, el beber kava tiene diversos "significados" políticos, sociales y religiosos. Antiguamente se bebía en ocasiones especiales, aunque ahora se suele tomar diariamente. 
  Esta bebida se utiliza para calmar la ansiedad y el estrés, para combatir el insomnio y en ocasiones se usa para la hiperactividad, la psicosis, las migrañas y la prevención del cáncer, entre muchas otras cosas. Se puede aplicar en la piel para la lepra o para calmar un dolor o como un enjuague bucal para que sirva de anestesia en caso de dolor de muelas. 
   No es cien por cien seguro que sirva para todo esto, pero sí que hay evidencia en algunos casos de que el uso del kava sí que funciona en algunas de las cosas que he nombrado. Podéis encontrar más información en español AQUÍ
  
  Para la ceremonia del kava, los hombres también deben de llevar un sulu y taparse las rodillas. Todos nos sentamos en círculo alrededor del bol de kava, un gran bol de madera en el qeu se prepara la mezcla. Nos sentamos de la manera tradicional, con las piernas cruzadas, ya que una de las reglas más importantes es que no se puede apuntar con los pies al bol o al jefe, que preside la ceremonia.

 
  Para preparar el kava, meten el polvo en una muselina y poco a poco le van echando el agua mientras estrujan el paño para sacar el "jugo". Una vez hecho, empiezan a recitar sus cantos y palabras en fijiano mientras aplauden. Está prohibido hablar durante la ceremonia hasta que ya sea el turno de la gente de beber. 
   La primera persona en tomar kava es el jefe. Para ello, llenan un pequeño cazo hecho de coco y se lo entregan. Él se bebe de un trago todo el contenido. Ahora es el turno de los demás, de los babalagi (extranjeros, de piel blanca). Pronto llega mi turno, y asustada, me acerco el pequeño cazo a la boca. De un trago y sin respirar me tomo todo el contenido y sonrío. 
  Tiene un sabor realmente extraño - es como si mezclases tierra del monte con agua. Además, te anestesia la boca y los labios y tu lengua te comienza a picar.
   
   Después de la ceremonia, acudimos a la playa, donde han organizado una gran fogata para celebrar nuestra primera noche tomando kava. Y así es cómo, poco a poco, nuestro segundo día va consumiéndose y terminando. Nos espera una semana realmente dura pero, sin duda alguna, que valdrá la pena.

3 comentarios:

  1. Que ceremonia más curiosa. Me gusta como te detienes en los detalles necesarios :)
    Me encanta ver el trabajo de los voluntarios y espero con ansias la próxima entrada.
    Besos!

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  2. Es el primer dia y ya me encantó. La ceremonia del kava me gustó mucho.
    Felicidades por esa casa pintada!
    Saludos!

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