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miércoles, 17 de agosto de 2011

Día 9: Sigatoka


  Nos dejan dormir hasta un poco más tarde, ya que el día de hoy va a ser menos ajetreado, así que a las nueve, quedamos en el restaurante del hostal para tomar un rápido y riquísimo dsayuno (con piña, papaya, cereales y zumos… :D), cogemos lo que nos vamos a llevar, y montamos en un pequeño autobús, que nos llevará hasta nuestra primera parada, Sigatoka (pronunciado singatoka).
  Son unas dos horitas hasta llegar hasta la ciudad, y paramos un poco antes para hacer una caminata. Se trata de una excursión de tres horas que nos llevará al borde de la playa, donde unas grandes dunas se han formado. Aunque cansa llegar hasta ellas, vale la pena. Pasamos ahí un buen rato, tirándonos y saltando por la arena, e incluso encuentro un trozo de cerámica de la Era Lapita (de hace miles de años).

  Después de comer pizza, la comida típica de Fiji, por supuesto, nos dirigimos al hostal donde dormiremos los próximos días, llamado Uprising. En realidad se puede considerar un hotel bastante bueno, aunque nosotros dormiremos en una habitación como las de los albergues, en una especie de bungalow independiente. Curiosamente, cuando regresé de mi viaje, el mismo día que volví hicieron Callejeros Viajeros Fiji, y había un chico que enseñaba el cuarto donde estaba alojado. Pues bien, es el mismo cuarto en el que dormimos nosotros.
  Uprising es un lugar precioso, de los lugares más bonitos donde me he alojado. Tiene unos jardines increíbles que conecta nuestra casita con otras instalaciones. Después de organizarlo todo, nos duchamos por turnos y vamos a cenar al restaurante del hotel, que es chulísimo también. Se encuentra frente al mar, y está decorado como si fuese un chiringuito.

  Lo malo es que es entonces cuando empieza a llover. Si ya había pasado por una tormenta tropical la primera semana, no me apetecía repetir la experiencia, así que nos vamos a dormir pronto, deseando que no llueva mañana…

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