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sábado, 24 de septiembre de 2011

Días 19 y 20

  DÍA 19
Oficialemente, hoy es último día de recuento de especies marinas, y mañana ya será el último dái de trabajo, por lo que toca esforzarse al máximo.
   Sin embargo, algo parece ir mal también hoy, y dos niñas que se han puesto enfermas tienen que ser llevadas a Viti Levu, por lo que como solo hay un barco disponible, tenemos que acompañarlas a que les recoja el Yasawa Flyer, y mientras hacen esto nos esperamos en una mini islita la mar de mona.
   Cuando llegan, no obstante, otra imprevisto ha sucedido, y el barco se ha estropeado, así que una vez más no veulven a dejar en otro lugar, esta vez en la terraza de un resort para que nos tomemos algo y cotilleemos un poco.


   Y esto me demuestra lo injusta que es la vida. Tan solo a 45 minutos se encuentra Malakati, un pueblo que necesita ayuda y al que no le sobre precisamente el dinero. Pero uno llega aquí y se encuentra todos los lujos que se pueda imaginar: grandes hamacas, sillones frente al mar, paz y tranquilidad. Posiblemente la mayoría de la gente no tiene ni idea de que cerca se encuentra la pobreza, pero ¿qué más da? Ellos están bien ahí.
   Me duele ver eso, así que retomo el trabajo con entusiasmo, cuando vienen con el barco arreglado media hora más tarde. Hacemos el primer recuento en una zona cercana a Oarsmans Bay, el resort donde estamos, y después no movemos a Honeymoon Island (isla exclusiva para la gente que está de luna de miel) para hacer ahí el siguiente proyecto.
     Una vez llegamos, nos tiramos al agua, aunque pronto notamos cómo poco a poco nos vamos alejando del agua, y unas fuertes olas nos arrastran. Nuestro monitor nos grita que volvamos, ya que el agua está agitadísima y podríamos ahogarnos, así que nadamos como podemos hacia el barco sin terminar nuestro trabajo.

    En Malakati, nos reunimos todo el grupo para preparar la actividad de mañana, ya que en lugar de hacer recuento de peces, iremos al colegio del pueblo de al lado, al que van los niños de aquí, y tendremos que dar una charla sobre lo que hemos aprendido y hacer actividades relacionadas con el tema. Decidimos hacer una especie de teartrillo al principio que represente uno de los mayores problemas de aquí; los pescadores pescan todo lo que pueden, sin percatarse de que llega un momento en el que no hay especies suficientes para reproducirse porque se las han llevado todas.
   Después, decidimos que haremos una manualidad, en la que pintaremos y decoraremos peces con los niños, y una vez terminados y recortados, haremos un ejercicio práctico para representar lo aprendido en el teatrillo.
  
  DÍA 20
  Madrugamos para ir pronto al colegio, así que una vez listos, y después de haber llevado a los niños, un barco viene a recogernos, y el grupo de Marine and Environmental Monitoring nos subimos a él, rumbo al colegio.



   Después de un paseito de diez minutos en barco, nos deja en un punto cercano a la playa (aunque para en el agua porque no puede acercarse más porque la arena casi roza el casco), y caminamos por el mar hasta llegar a la costa. El monitor nos conduce entonces hacia la entrada de un bosque y estamos 30 minutos (literalmente) caminando por él para poder llegar al colegio, que es lo que tienen que hacer los niños todos los días, ida y vuelta).
   Conforme nos acercamos, se pueden ver animales salvajes (vacas, cabras...) comiendo cerca de la escuela, lo que deja un olor bastante desagradable.
  

   El colegio es muy, muy simple: está compuesto por un edificio bastante largo y de un piso, en el que se encuentran las clases, y por otro junto a él, situado en horizontal en una de las esquinas del terreno, con unas habitaciones.


   Nos hacen esperarnos un poco en el patio del colegio, compuesto únicamente por hierba, mientras la jefa de Rustic Pathways - Fiji va a hablar con el director del colegio.
   Nos trae malas noticias; los niños están hoy de exámenes, así que no podremos llevar a cabo nuestra actividad. En lugar de eso, nos da una vuelta por las instalaciones.
   Es realmente chocante: las habitaciones, que son para algunos niños que están "internos",  no tienen ventanas, y se ve que son realmente peligrosas porque no protegen a los que duermen en ellas de cualquier animal que podría entrar o alguien que quisiese atacarles.
   Hay un único baño en todo el colegio, que, casualmente, se inauguró la semana pasada; es decir, que en los 10 años que llevaba la escuela abierta, el único baño que había habido era la madre naturaleza.
   Las clases son pequeñas y simples, y hay una diminuta biblioteca con libros que llevan 10 años sin renovarse.
   Y, desgraciadamente, y por si todo eso era poco, el colegio podría cerrar en cualquier momento por falta de fondos, lo cual significaría que todos los niños de Malakati y del pueblo en el que está la escuela (es decir, que la cantidad ascendería a unos 100 chicos y chicas, ya que ese pueblo era más grande) podrían quedarse sin esa educación básica, y entonces ya no había ninguna posibilidad de que Malakati se pudiese desarrollar más.
 
   Volvemos a Malakati realmente conmocionados por lo que hemos visto.

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